lunes, 8 de septiembre de 2008

HALLAN CORAZÓN EN ÚLTIMA CENA


Con las propias líneas del dibujo de Leonardo, La última cena, dispuestas en forma inversa una al lado de la otra, el peruano Juan Antonio Reyes halló este corazón que encierra las figuras de Jesús y María Magdalena. Según Juan Reyes, autor del libro El evangelio según Leonardo, la figura nace en el arco de la ventana ubicado a la espalda de Jesús. La otra línea es la que separa los cuerpos de Judas y María Magdalena. Si ambas se duplican en forma inversa, forman el corazón que se muestra en la foto.
Cuenta el autor que a partir de este descubrimiento inicia sus investigaciones en el 2004, llegando a la conclusión que Leonardo, para la composición del lado derecho de Jesús utilizó el Evangelio de María Magdalena. Según demuestra en sus páginas, la postura de cada uno de los comensales del lado de Pedro gesticulan como si recitaran el pasaje de este evangelio en el que Magdalena se hace depositaria de los secretos de el Salvador. Pedro: "enfrentándose contra esa mujer como si fuera un adversario"; Andrés, al levantar las manos parece decir: "no creo que el Salvador haya dicho eso", y al tener el rostro fruncido parece agregar: "estas enseñanzas son ideas extrañas". Y María Magdalena, al recostarse al lado de Pedro reproduce el texto: "Entonces María se echó a llorar", para luego agregar: "hermano mío, Pedro ¿qué piensas?...". Y en la otra mitad de la composición se ve a Felipe que, al llevarse las manos al pecho en señal de, a mí o a nosotros, parece recitar el Evangelio de Felipe, al decir: "¿Por qué quiere Ud. a ella más que a todos nosotros?"

Ambos evangelios engrosan los llamados apócrifos, por no contar con la aprobación de la iglesia. Sin embargo, el Evangelio de Felipe, hallado en Nag Hammadi (Alto Egipto) en 1945, relata que tres Marías caminaban con el Señor: "su madre, la hermana de ésta y Magdalena, a quien se designa como su compañera". Los estudiosos sostienen que el vocablo, "compañera", designaba por entonces a la esposa.

Al profundizar sus investigaciones, Juan Reyes arriba a otro descubrimiento más trascendente: disponiendo los nombres de los apóstoles de La última cena sobre un tablero de ajedrez, y haciendo uso de la enigmática frase de Poussin, ET IN ARCADIA EGO, descifra el mensaje: ARCA IACE NAG AMADI. Llegando de este modo a la conclusión que, al esconder Leonardo la figura de un corazón en su Última cena, estaría transmitiendo un mensaje para la posteridad: Jesús y María Magdalena eran esposos, como lo sugiere el Evangelio de Felipe hallado presisamente en Nag Hammadi.

No obstante, el autor demuestra que el Jesús de la Iglesia de Roma no es el que casó con María Magdalena, pues, asegura y cree demostrar, que el Jesús romano es el "zumo de dioses paganos" cuyas "historias" terminaron adosadas a la vida de algún líder judío de carne y hueso.